La Colegiata de Gandía es la joya del casco antiguo, y no exagero. Este edificio ha visto de todo: terremotos, guerras, y siglos de historia. Y aquí sigue, tan imponente como siempre.
No hace falta ser un fanático de la religión para quedar maravillado con su arquitectura y las historias que esconde.
Si te interesa la historia o simplemente quieres ver algo realmente impresionante, no te la puedes perder. Es el tipo de lugar que te hace sentir pequeño, pero en el buen sentido.
Cómo Llegar
Si vienes desde la estación de trenes, el recorrido es sencillo y pintoresco:
- Dirígete hacia la plaza del Ayuntamiento (de la que hemos hablado en artículos anteriores).
- Para ello, cruza la calle Magistrado Catalá y continúa por San Pascual hasta llegar a la plaza.
Si prefieres el transporte público, tienes varias opciones:
- La Marina (autobús): La parada más cercana está frente a la estación de trenes.
- L’Urbanet: La línea 3 tiene una parada en la misma plaza del Ayuntamiento.
Sin embargo, como siempre recomiendo, la mejor forma de explorar Gandía es a pie. Caminar te permitirá absorber la atmósfera del casco antiguo y descubrir pequeños detalles que de otra forma podrías pasar por alto.
La Historia de la Colegiata
La historia de la Colegiata es, en muchos aspectos, la historia misma de Gandía.
Sus orígenes se remontan a los albores de la ciudad cristiana, justo después de la reconquista:
- Siglo XIII: Tras la conquista del castillo de Bayrén por Jaime I en 1245, se establece una iglesia parroquial en el lugar de una antigua mezquita. Esta iglesia se dedica al culto de Santa María de la Asunción.
- Siglo XIV-XV: Entre 1372 y 1424, Alfonso el Viejo y Alfonso el Joven, importantes figuras en la historia de Gandía, amplían la iglesia parroquial.
- Siglo XV-XVI: Una segunda fase de ampliación, llevada a cabo entre 1499 y 1511 por la duquesa María Enríquez, le da a la iglesia su forma actual, añadiendo cuatro tramos.
- 1499: El Papa Alejandro VI, tío de la duquesa María Enríquez, eleva la iglesia al rango de Colegiata mediante una bula papal.
- Siglos XVI-XIX: La Colegiata sufre varias reformas, algunas necesarias debido a los daños causados por terremotos, especialmente a finales del siglo XVI.
- Siglo XIX: Con la desamortización de Mendizábal, la Colegiata pierde su título y vuelve a ser una simple iglesia parroquial.
- 1911: Recupera el título de Colegiata.
- 1931: Es declarada Monumento Histórico Nacional, reconociendo su importancia histórica y artística.
- Guerra Civil Española (1936-1939): La iglesia sufre graves daños. Es incendiada, perdiendo muchas obras de arte, y su cabecera cuadrada original es destruida.
- Años 40 en adelante: Comienzan las obras de restauración que le dan su aspecto actual.
Un recorrido por la Colegiata
Las Puertas
La Colegiata cuenta con dos puertas principales, cada una con su propia historia y estilo:
- Puerta de Santa María o del Mercado:
- Atribuida a Joan Franch
- Data del siglo XIV
- Da a la plaza del Mercado
- Puerta de los Apóstoles (entrada principal):
- Estilo gótico del siglo XVI
- Decorada con figuras religiosas:
- Parte superior: Jesús, flanqueado por San Gabriel y San Miguel
- Laterales: San Pedro y San Pablo
- Centro inferior: Virgen María
- Incluye escudos de la familia Borja y de María Enríquez
El Exterior: Una mezcla de estilos y épocas
- Ábside y Capilla Mayor: Reconstruidos en ladrillo en los años 40, contrastan con el resto del edificio.
- Campanario:
- Estilo neoclásico
- Altura: 48 metros
- Construido en el siglo XVIII tras un terremoto en 1748
- Arquitecto: Francisco Trotonda
- Finalización: 1766
El Interior: Gótico y neogótico
Aunque gran parte del interior original se perdió durante la Guerra Civil, la Colegiata sigue siendo impresionante:
- Arquitectura: Principalmente gótica, reflejo de sus orígenes medievales.
- Retablos: Mayormente neogóticos, creados entre los años 40 y 80 del siglo XX.
- Intentan emular el estilo de los originales perdidos
- Logran mantener la atmósfera gótica del templo
Información Práctica para tu Visita
- La Colegiata está abierta la mayor parte del día.
- La entrada es gratuita.
- Se recomienda respetar el silencio y la atmósfera de recogimiento del lugar.
Conclusión personal
Para cualquier persona interesada en la historia, la arquitectura o simplemente en busca de un momento de paz y reflexión en medio del bullicio de la ciudad, la Colegiata de Gandía es una visita imprescindible.
Su ubicación en el centro histórico, junto al Ayuntamiento, la convierte en una parada fácil y conveniente en cualquier recorrido por la ciudad.