En este artículo, te guiaré por los secretos mejor guardados de la Plaza del Ayuntamiento de Gandía.

Descubrirás los eventos imperdibles que se celebran aquí y te daré consejos prácticos para que tu visita sea inolvidable.

Un poco de historia: De Mercado a Plaza Mayor

La Plaza del Ayuntamiento de Gandía es como un libro abierto de historia local. Si pudiéramos retroceder en el tiempo, nos encontraríamos con un bullicioso mercado lleno de colores, olores y el murmullo constante de comerciantes y compradores.

Sí, amigos, esta plaza fue en sus orígenes la Plaza del Mercado, el epicentro comercial de la ciudad hasta 1965.

Pero la historia no se detiene, y esta plaza ha sido testigo de los cambios políticos que ha vivido España:

  1. Durante la Segunda República, adoptó el nombre de Plaza de la República, reflejando los ideales de la época.
  2. Con la llegada del franquismo, no se libró del cambio nomenclatura y pasó a llamarse Plaza del Caudillo. Para los que no estén familiarizados con la historia española, «Caudillo» era el título que se le daba al dictador Francisco Franco.
  3. Con la llegada de la democracia, se rebautizó como Plaza de la Constitución, en honor al nuevo sistema político.
  4. Finalmente, se decidió por el nombre actual: Plaza Mayor. Aunque, ¡ojo!, si preguntas por la Plaza Mayor a un local, es posible que te dirija a un centro comercial. Para los gandienses, este lugar siempre será la Plaza del Ayuntamiento.

Curiosamente, la Falla que se planta aquí cada año sigue llamándose Falla del Mercado, como un guiño nostálgico a los orígenes de la plaza. Es fascinante cómo los nombres pueden contar tantas historias, ¿verdad?

Cómo llegar

Llegar a la Plaza del Ayuntamiento de Gandía es pan comido, pero permíteme darte algunos consejos para que tu visita sea lo más cómoda posible.

Si vienes en Tren

Nada más salir de la estación, busca la calle Magistrado Catalá. Es fácil de reconocer porque allí encontrarás una verdadera joya para los amantes del ferrocarril: la locomotora del antiguo tren Alcoy-Gandía.

Sigue esta calle y, antes de que te des cuenta, estarás en la plaza.

Para los que prefieren el coche

Si eres de los que disfrutan de la libertad que da viajar en coche, te recomiendo que lo aparques en el descampado frente al instituto Gregorio Mayans. Desde allí, un agradable paseo te llevará directamente al corazón de la ciudad.

Además, evitarás el dolor de cabeza que supone buscar aparcamiento en el centro histórico.

Usando el transporte público

  • La Marina (el autobús local) te dejará cerca, con su parada más próxima frente a la estación de trenes.
  • Si optas por l’Urbanet, la línea 3 es tu mejor apuesta. Tiene una parada justo detrás de la plaza. Aunque se llama «Ayuntamiento», no te confundas, ¡es la tuya!

El Ayuntamiento

Cuando estés en la plaza, es imposible que no te llame la atención el imponente edificio del Ayuntamiento. Este edificio es como una cápsula del tiempo que nos transporta a 1781, en pleno reinado de Carlos III.

ayuntamiento de gandia

La fachada, de estilo neoclásico, es lo único que queda del edificio original, pero vale la pena detenerse a admirarla.

Fíjate en la parte superior: allí encontrarás representadas las cuatro virtudes que, según la tradición, debe tener todo buen gobernante: templanza, fortaleza, justicia y prudencia.

virtudes de un buen ayuntamiento gandia

Es como un recordatorio permanente para los políticos locales, ¿no crees?

El resto del edificio es más moderno, data de 1982. Fue parte de una renovación urbana que cambió la cara de esta zona de la ciudad. Se derribaron algunas casas viejas para abrir las actuales calles de los Arcos y de la plaza de la Villa.

La Colegiata

Justo al lado del Ayuntamiento, como si quisiera competir en protagonismo, se alza la Colegiata. Este edificio religioso merece un artículo propio, así que solo diré que es imprescindible en tu visita.

colegiata gandia ayuntamiento

Representa el poder espiritual, en contraste con el poder terrenal del Ayuntamiento.

Juntos, estos dos edificios nos cuentan la historia de cómo se organizaba la sociedad en siglos pasados.

La Estatua de Francisco de Borja

Hasta hace poco, en el centro de la plaza podías encontrar un pequeño jardín presidido por la estatua de Francisco de Borja, IV Duque de Gandía.

La Estatua de Francisco de Borja

Este personaje no es un noble cualquiera: fue una figura clave en la Compañía de Jesús en el siglo XVI y es el patrón de la ciudad.

Desde 2012, Francisco de Borja ha cambiado de ubicación. Ahora «hace guardia» frente al Ayuntamiento, como un silencioso vigilante de la vida municipal.

En su lugar, en el centro de la plaza, han plantado un árbol que, seamos sinceros, no tiene el mismo impacto visual que la estatua.

Otros rincones de la plaza

La Plaza del Ayuntamiento no es solo el edificio consistorial. Hay otros elementos que le dan vida y carácter:

  • Frente al Ayuntamiento, fíjate en ese bonito edificio con arcos. Hoy en día alberga varios bares, convirtiéndose en un punto de encuentro para locales y visitantes. Es el lugar perfecto para tomar algo mientras observas el ir y venir de la gente en la plaza.
  • Si necesitas un respiro de tanto paseo, busca el pequeño jardín que se esconde detrás del Ayuntamiento. Ideal para descansar y procesar todo lo que has visto.
jardín ayuntamiento

Las Fallas

Si tienes la suerte de visitar Gandía durante las Fallas, no te pierdas la transformación de esta plaza. La Falla del Mercado, que se planta aquí, suele competir en la categoría especial, la más prestigiosa.

fallas ayuntamiento de gandia

Se codea con otras fallas famosas de la ciudad como las del Prado, Luís Belda o Corea.

El día de la cremà, cuando se queman las fallas, esta plaza se llena hasta los topes. Es uno de esos momentos mágicos en los que puedes sentir el latido de la ciudad, con todos sus habitantes reunidos para celebrar su fiesta más emblemática.

Reflexiones finales

La Plaza del Ayuntamiento de Gandía quizás no sea la más grande ni la más espectacular que hayas visto. Pero lo que le falta en tamaño o en adornos, lo compensa con creces en historia y en su papel como centro neurálgico de la ciudad.

Piensa que en un radio de pocos metros tienes el Ayuntamiento, la Colegiata y, a un tiro de piedra, el magnífico Palacio Ducal. Es como si toda la esencia histórica de Gandía se hubiera concentrado en este pequeño espacio.

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